Potaje de Espinacas y Garbanzos

 

potaje canario de espinacas y garbanzos con costilla de cerdo

Potaje de Espinacas y Garbanzos

Hoy os presentamos un delicioso potaje de espinacas y garbanzos. Dentro de la gastronomía canaria, hay una gran variedad de potajes, potajes que en la antigüedad se elaboraban con los pocos recursos que las familias disponían en ese momento. Con el paso del  tiempo se han ido clasificando por el ingrediente principal que se le ponía. Así por ejemplo nos encontramos con potajes de lentejas, de berros, de acelgas, y seguiríamos durante un buen rato enumerando tipos de potajes. Muchos de ellos siguen un mismo patrón a la hora de elaborarlos o tiene similitudes, pero el resultado y los sabores obtenidos son bien diferenciados. Este potaje que presentamos hoy, es un potaje tan sabroso que personalmente creo que apetece comerlo solo, sin necesidad de añadir gofio, ni queso blanco, ni ningún otro acompañamiento. Es tan agradable el sabor final que nos deja, que de verdad digo que no apetece ni merece la pena intentar modificar, es empezar a comer y decir, pues sí que está bueno. El sabor de las costillas, el sabor del sofrito, del pimentón, de los garbanzos… En definitiva, un plato tan humilde y tan generoso. Si os decidís a hacerlo, ya me contareis.

Ingredientes para el potaje canario de espinacas y garbanzos.

  • 500 gramos de espinacas
  • 300 gramos de garbanzos
  • 300 gramos de costillas de cerdo
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 3 tomates
  • 1 kilo de papas (patatas)
  • 1 kilo de calabaza
  • 4 litros de agua
  • 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de pimentón
  • Sal

Cómo se prepara el potaje canario de espinacas y garbanzos.

  1. Lo primero que se hace es dejar los garbanzos en remojo desde la noche anterior. Si las costillas las hemos  conseguido saladas, también las pondremos en remojo, pero en otro recipiente y le cambiamos el agua un par de veces o tres. Si las hemos conseguido frescas y sin salar, pues evidentemente no habrá que dejarlas en remojo.
  2. Al día siguiente, ponemos al fuego un caldero grande con cuatro litros de agua. Escurrimos y lavamos bien los garbanzos y las costillas antes de añadirlos al caldero. Ponemos sal al gusto y dejamos a fuego fuerte. Cuando empiece a salir espuma de las impurezas de los garbanzos y la carne, procedemos a desespumar y continuamos con la cocción a fuego fuerte.
  3. Por otro lado, ponemos el aceite de oliva virgen extra en una sartén, y comenzamos a pochar la cebolla cortada en daditos. Cuando ésta esté tierna le añadimos los dos dientes de ajo, que previamente habremos machacado en un mortero. Mezclamos y sin dejar de remover, cuando el ajo se empieza a cocinar y suelta ese olor característico, le añadimos los tres tomates también cortados en daditos, tras haberles quitado las semillas. Dejamos sofreír unos 10 minutos y seguimos removiendo de vez en cuando, para a continuación añadir la cucharadita de pimentón. Mezclamos bien el pimentón con el resto del sofrito durante apenas unos pocos segundos, para evitar que se queme y luego nos amargue. Apartamos del fuego y lo añadimos al caldero junto con los garbanzos y las costillas. Ya aquí empieza a adquirir fundamento el potaje, y los olores por toda la cocina son impresionantes.
  4. El potaje debe llevar al fuego al menos una hora y media para que los garbanzos se hayan ido cocinando antes de continuar con el siguiente paso. Seguimos lavando y picando finamente las espinacas y se las añadimos al potaje. Las papas las pelamos, las troceamos en dados grandes y también las incorporamos. Por último, pelamos el kilo de calabaza y la añadimos al potaje entera, sin trocear. Y diréis, cómo es que no se trocea la calabaza, pues porque lo que nos interesa es que se cocine entera, para una vez hecha, poderla sacar del potaje y proceder a triturarla con una batidora. Una vez triturada la volvemos a añadir al potaje y éste comienza a adquirir una textura algo más espesa. Cuando las papas ya estén cocidas, se puede apartar del fuego, comprobando también que los garbanzos estén totalmente tiernos. Yo en esta ocasión lo he tenido al fuego durante tres horas, las dos primeras a fuego bien fuerte y la última hora a medio fuego. Siempre con la tapadera puesta para evitar la evaporación excesiva del agua.

El resultado es un potaje muy característico, con un sabor realmente sabroso y de los que dan ganas de seguir comiendo un poquito más.


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2 Comentarios

  1. Un plato muy casero y apetecible sea con carne o con pescado.
    Besos.

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  2. Un piatto molto saporito, complimenti. Belle e interessanti le tue ricette!
    A presto!

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